Sueño corto

Vino a decirme que ya había encontrado su camino, traía varios golpes en el rostro mientras su hijo, sumamente delgado, le daba la mano y ella lo despreciaba porque en la otra cargaba el celular, presumía en las redes algo, algo que ella misma sabe es una total mentira. La despedí con amor y hasta ahí dejé nuestra breve historia. Corte. Corte. Corte. FIN

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