¿Lo habré inventado?


Versión de lectora cósmica sobre la novela El Talento de Mr Ripley de Patricia Highsmith.
Temas: Identidad, sexualidad, psicopatía, sociedad, escape, persecución, fracaso.
Género: Psicológico, policiaco, novela negra. 
Recursos : Foco desde la perspectiva de Tom Ripley. Punto de vista, tercera persona. Juego con el lenguaje aunque en la versión en español no se encuentran tantos ejemplos al respecto.
Crítica feminista: Cuando el profesor de Creación Literaria preguntó cómo era la organización o secuencia de la novela, mi cerebro de mujer misógina (así la cultura mexicana) se fue a buscar territorios (cosa rara), el cuerpo de El talento de Mr Ripley se extendía por dos continentes, América y Europa, NY, Napoles,San Remo, Roma, Venecia, ¿Y qué con eso? Preguntó el profesor. -¿Qué de qué?- Pensé en silencio. En mi repertorio buscaba la trama, necesitaba tiempo para dejar los nervios y la estúpida timidez  propia de la identidad femenina patriarcal. ¡No sirve de nada! Por cierto. –Bueno, así empieza, en NY donde sucede esto y lo otro y lo otro-. ¿Cómo había logrado Patricia Highsmith igualarse a los escritores del género en esa época? –Pensado como ellos, siendo ella-. Sencillo. En la novela, el tema de la homosexualidad se aborda desde el punto de vista hetero normativo, no hay señales de apasionamiento sexual en los diálogos ni en las formas. Si el lector no está consciente de que uno de los temas de la novela es la sexualidad, entonces, puede pasar por alto o no tomar con seriedad las inclinaciones sexuales de Tom.  En el ambiente de los mafiosos de 1950, el tema era tabú, y se asumía que la homosexualidad florecían más entre los artistas. Dickey es pintor, Tom intentó ser actor.  Las mujeres de la novela, la madre Mrs Greenleaf, está enferma y cumple su rol tradicional y conservador de mujer de la época. Marge la enamorada de Dickey, a pesar de ser  escritora, sigue ocupando el espacio de la mujer que espera al hombre, no es capaz de externar lo que siente o percibe con respecto al malandro de Tom. El espacio óptimo para desenvolverse es cuando escribe cartas y es solo ahí donde manifiesta sus dudas. Obviamente las mujeres de la trama no son intuitivas ni inteligentes porque Tom logra salirse con la suya, asesinar a Dickey, a su amigo, y quedarse con la herencia del desafortunado. Todo esto frente a Marge. Esta novela fue publicada en 1955, es la tercer novela de la autora, todavía no vemos a una Patricia Highsmith abriendo la creatividad para entrarle al tema feminista, en realidad nunca  fue feminista, y cuando la liberación femenina estaba en su punto, ella se burla en Pequeños cuentos misóginos donde con alto sentido de humor y crueldad, destroza cualquier posibilidad romántica homosexual o lésbica. Escribe una novela de amor lesbiano bajo un seudónimo, la novela originalmente titulada El precio de la sal que según rumores tiene tintes autobiográficos. ¡Vaya Usted a saber! A las escritoras les encanta el misterio. 
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Estuve hasta las 2am leyendo la novela, empecé a las 6pm y me dije – en tres horas la leo-. ¡Uy sí, cómo no!. A las 9pm me dio hambre, hambre de amor por la lectura y hambre real, bajé a comer una manzana aunque en el fondo me quería comer un burrito de frijoles con harto queso, típico de Ciudad Juárez. Trasladé el gusto a la historia, ya iba donde a Tom le llegan destellos asesinos; escenas suculentas de cómo desaparecer a su amigo para suplantar su identidad, ahora enemigo, Dickey. “Clavó su mirada en los párpados de Dickie, sintiendo que en su interior hervía una mezcla de odio, afecto, impaciencia y frustración, impidiéndole respirar libremente. Sintió deseos de matar a Dickie. No era la primera vez que pensaba en ello”. A partir de aquí no pude apartar mis ojos de la novela. -Patricia Highsmith sigue siendo grande-. Pensé. Dejé el halago para después, lo que urgía era saber cómo en San Remo, iban a asesinar a Dickie, ¿cómo creen?. Con un remo. -Ay, sí a ésta no se le va una-. Continuaba pensando, para luego entrar al cubo. Me dio escalofrío pensar en semejante forma de leer pero me dejé llevar, mis ojos ya no estaban en mi cuerpo, se habían sumergido a las aguas sangrientas en el bote, -Pobrecito Dickie- Sentía para luego justificar a Tom, el frustrado-. Este Tom encuentra su placer en hacerse pasar por, y crea historias que debe creer primero, ¡Genial!. Sí, el tiempo histórico en la novela es de los 30’s o los 50’s, ¿qué cómo lo sé? La historia fue publicada en 1955 pero eso no significa nada. Es la descripción de NY e Italia, el departamento, los bares, el tipo de negocios, la conexión entre Italia y NY, el florecimiento de los gansters, y las voces policiacas, la ausencia de medios de comunicación que permitían al infractor hacer de las suyas ¿eso es?.No, es mejor investigar. Uf, esta novela ha sido llevada al cubo, a la televisión, luego al cine, luego vuelve a mí en Kindle, ¿ya la habré leído? Me cuestioné. Jajaja, Claro, claro. No wonder I am in there, when I read it for the first time, on the 90’s I guess.  I was sitting in a swimming pool.Oh pero sí ¡qué bruta soy!. Por eso me daba  flojera  viajar al viejo continente, las playas, la pegajosidad del ambiente, la tontolona de Marge, el confiado de Mr Greenloaf, el artificio del invertido para mantenerte con los ojos pegados en la trama, la probable homosexualidad, la lentitud de los trámites bancarios y la burla de Patricia Highsmith al esculpir a la policía italiana como mal hecha y al detective americano igual de ineficiente. Yo ya había leído esa novela, hace mucho. Recuerdo perfectamente cuando mi amigo, homosexual, me invitó a un swimming pool party, comimos pizza, jugamos con la idea de pronto viajar a Italia, yo con la idea de adelgazar lo indecible, y maquillar mis ojos de sombras negras, mientras extorsiono  a mi futuro anciano marido con mentirotas que mi amigo me ayudaría a fabricar. ¡Éste está peor que Ripley! Pensé al sacar mi libro de la mochila y desatenderme de la fiesta allá afuera. A  mí me esperaba la puerta de Mongibello, al sur Nápoles. ¿Lo habré inventado?.


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