La sonrisa de los árboles

De las formas infinitas de los objetos que rodeaban el gris de mi vida saltaban ánimas de magia transferida; algunos distraían provocando un caos en la entrada del túnel entorpeciendo mi avance hacia ella la que en el beso eterno rompería el hechizo que hace siglos vertí en las sillas, la mesa, las copas, los platos y los árboles que reposan en el viaje de la sonrisa que un día fue macabra y ahora reconforta...
En los árboles estaba un trozo de mi alma.
- Las enmoladas están al punto, ese preparado de Oaxaca les da un toque alegórico para lo que sucederá esta noche. Te invito a mi casa.
- sí ya voy, llevo un vino tinto Campo Viejo.
El tinto con las enmoladas descomponían la combinación, el paladar extrañaba aquellas horas cuando ella me citaba a la junta de la mesa cuadrada; así le llamaba a nuestras reuniones de antaño, esas pláticas que poco a poco se forzaron clandestinas, nos urgía escondernos de Patricio y Susana los esposos que habían encontrado la forma de robar ideas alquimistas para luego intercambiarlas por un trozo de pan y pollos, negociaba con los deformados brujos que al parecer hoy les llaman científicos. A Patricio no lo hemos visto por esta vida pero a Susana sí, ella es una regordeta que no viene al caso hablarla.
Cuando ella y yo nos veíamos en la mesa cuadrada, no necesitábamos pronunciar palabra existía una rara comunicación en silencio. Últimamente ella insistía en que los objetos tenían la capacidad de expresarse, yo ya había visto los objetos moverse y comunicarse pero en el mundo de los sueños solamente. Aquella noche le insistí en que se olvidara del asunto de mover los tenedores con la mente. Ella hizo una mueca de fastidio, abrazó mi mano y me condujo afuera con su dedo índice señalaba un roble que yacía ladeado arrancado de la raíz; casi al inicio de donde brotan las ramas asomaba un rostro que sólo yo podía ver, una mueca enojada que amenazaba con seguirla a través del tiempo; ella afirmó que ese acto había sido el inicio del desarrollo de sus poderes.
Pero, ¿cómo un árbol? ¿Por qué había elegido un árbol para arrancarlo de la raíz? De dónde ella había sacado la fuerza para succionar la planta de la tierra? Yo confiaba en ella plenamente, había sido mi familiar en varias vidas, en esa vida nos correspondía ser primas, eso lo teníamos claro aunque mi madre insitía en que ella era mi hermana mayor porque era hija de su hermana mayor y que le debía respeto y obediencia aunque lo que me enseñara fueran esquizofrénicas locuras.
Ella- hay un hombre en mi trabajo, un hombre que se llama Ralph, lo soñé hace unos días sobando mi estómago
Yo- no me gusta que hayas herido ese árbol, siento un hueco y tristeza cada vez que lo veo así, fuera de la tierra
Ella- el hombre ese trabaja en el primer piso de abajo, a veces lo veo seguido pero esta última vez fue especial, me sonrió y dijo “happy Friday"
Yo - claro, hoy es viernes, nos toca ser felices, algo muy bueno está pasando en este momento. Te quiero mucho, siento cosquillas al decirlo
Ella- yo también te quiero
Yo- es un amor diferente, una amor al desarrollo del alma, de nuestros dones, ganas de que seas muy muy feliz cada día de tu vida
Ella- regresemos a la mesa cuadrada que ya es casi rectangular, después de que saqué los árboles vi la mesa y la conjuré más larga y obedeció, es que estoy segura que habrá mas personas visitandome en cuanto descubran que soy poderosa.
Yo- ¿y que tiene eso de extraordinario? ¿Deseas numerosas personas en tu casa, en tu mesa? ¿Cómo para qué o qué?
Ella tapó con su mano mi boca, la cubrió con fuerza
Ella-callate, tu ideas lumínicas y virtuosas estorban, ¿Sabías? Eso es lo que quiero por ahora, y no sé por qué, callate, callate, tu mirada penetra cuando hablas.
Yo-quita tu gruesa mano de mis labios están a punto de reventar, ¿ No sientes?
Ella-yo no siento el cuerpo, veo la fuerza, a veces mis dedos son mas gruesos que mis pensamientos. Primero, claro escuché al árbol que hablaba, susurraba, el tonto pensaba que yo no escuchaba que muy desgraciado,si yo soy superior a eso, al reino vegetal, después lo observé tres días seguidos, noté que las hojas caían sin razón alguna, meneaban el cuerpo y ellas imitaban mi vals, agregué un tono pero al parecer no les gustó, tres de ellas cayeron, el tono penetró en mí, se grabó, taladraba y noté que con el simple hecho de recordar las hojas seguían cayendo hasta que el árbol desnudó en primavera, que gracioso verlo así sin pensamientos ni nada.
Ella explicaba con regocijo su manía de desnudar seres animados e inanimados, estaba tan enfocada en la materia que había olvidado su espíritu, cuando explicaba yo recordé al árbol bailarín, el que visitaba camino a su casa, aquel era un árbol que cantaba sus propios bailes, a veces el viento le ayudaba a entonarse, en otras ocasiones lo sorprendía en una nueva puesta, era un poco tímido porque al saberse observado prefería callar, y esperar hasta que los curiosos o distraídos no notaran su presencia. Creo que poco a poco me gané su confianza porque la noche anterior a mi visita a la mesa cuadrada había silbado una danza especial, una danza entre el gris y el rojo de las nubes, estaba preparando el camino hacia el encuentro del viernes feliz, el anunciado por el Arcángel Rafael.
Ella- retiro mis manos, pero me vas a contestar estas preguntas, ¿oiste? te quería preguntar, quiero meditar, quiero saber cómo meditar.
Yo- no tienes que saber nada ni aprender, tú naciste meditando, eres transparente, auténtica, no tienes máscaras, eso es una gran ventaja. Sólo toma consciencia de quién eres, recuerdate perdona el pasado cuando desarrollaste tus dones y los empleaste para volverte loca, mover objetos, recuerda esas vidas pasadas y dejalas ir, ah, otra cosa, regresa a la fe, ten fe en Dios, cree en seres elevados.
Ella- es que tengo miedo cuando intento meditar, no puedo callar mis voces
En la mesa ahora rectangular estaban las sobras de la cena en platos de madera redondos, ella los hizo a un lado sin mover las manos o el cuerpo y estos quedaron apilados en una montaña de arena que servía para retirar la grasa, enseguida del montículo estaban las entrañas de un pollo, estas formaban una lectura ridícula del futuro de los árboles, decía que en un oscuro patio ellos serían abrazados y liberados. El pollo sería acompañado de ingredientes exóticos de un nuevo mundo en un futuro que parecía estar junto a mí.
Yo-te decía que no hay que ir a ninguna parte para entrar a la meditación, ahora estamos en el pasado, meditando
Ella- no entiendo, tengo miedo
Yo-oh Dios mío, ya me quiero ir de aquí, debo marcharme en este momento.
Ella parecía no escuchar mi súplica, estabamos en la entrada del gris, a punto de traer sus pensamientos oscuros, deprimentes, el temor de no saber sus intenciones que ahora apocaban aquel ser libre que yo solía ver en ella, me conforté en la certeza de que ese color era sólo un lado de su personalidad y eso era lo que íbamos a enfrentar hasta derribarlo o quitarlo del camino, el gris fue un extracto en el tiempo, una mancha que no le permitía avanzar. Hacía algunos meses yo le había propuesto un beso, sí, un beso desencantado, el mismo beso que había plasmado en otra persona, un hombre, después del beso y en mi mundo de ficción adquirí la capacidad de extraerle la mala suerte, transmutarla a buena suerte para los trámites del día, esto sucedía en la realidad, él había salido de un grave problema legal y desde entonces él se conoce bien y trata de ser feliz. Claro al proponer el beso a una mujer fui totalmente mal interpretada y al temor de iniciar una relación que algunos consideran indebida, el beso no se dio, para mí era mucho mas fácil interpretar y ayudar a mi interlocutor con un beso, o un profundo abrazo tal vez, pero los seres humanos distorsionamos las caricias, la mente nos hunde, y había que inventarme otra forma de acercamiento para que ella fuese finalmente libre en la paz y el perdón. Hube que aniquilar ese método de sanación que fue considerado bastante ventajoso, tonto y problemático para el tiempo en el que vivíamos. El tiempo de los ángeles que convivían con los humanos había pasado hacia muchísimo y debería percatarme de ello, algunos hombres, mujeres reabrieron su visión y poco a poco aceptaron hablar, y reanudar la fe en ellos, pero esta vez se aseguraron de no materializar las relaciones sexuales. Así es que con todo y propuesta me retiré de la escena temerosa también de volver a caer en alguna tentación maliciosa del gris. Igual de alguna forma me las arreglé para que el beso se diera en los sueños, para el caso era exactamente lo mismo,nunca se sabe si la vida es un sueño o no, el efecto sanador llegaba igual, al despertar lo comprobaba porque los enfermos del alma entraban al vómito, los mareos y las diarreas, después a la tranquilidad total entregados al amor, el índigo y la sana diversión; lejos de mí, deleitosos, a veces se me daba la oportunidad de escuchar buenas noticias sobre sus vidas, y era yo muy feliz a saberlos dichosos, a veces ya no se presentaban y jamás sabía de ellos.Me daba igual, ya todo había adquirido la impresión de ser idéntico, lo uno del lo otro. Alguien me había advertido que cuando uno se empeña en sobrepasar el bien y el mal el vacío llega, y con ello los sucesos adquieren menos efervecencia o algarabía; no siento haber llegado a tanto sólo a reflejarme en los demás sin temor a quedarme en ellos o ellos en mí.
Ella-tengo miedo, mucho miedo, pero vamos a enfrentarlo
Yo- las tazas están volando, las esquinas de los muebles te golpean hasta los moretes, detente de jugar a la bruja, no alteres la materia, abandona el intento, deja las cosas tranquilas de lo contrario esos objetos se volverán contra ti.
Ella- ya he perdonado ese pasado, recuerdo que no contuve mis poderes y mi objetos aplastaban todo a su paso, me hablaban y prometieron seguirme, y estos árboles con rostros desfigurados son prueba de ello, la copa que rompí la otra noche también es prueba contundente de mis pactos con los objetos, ¿ Qué quieren esos?
Yo- los árboles necesitan que les pidas perdón, abrazalos, disfrutalos, dejalos ir y cuando eso suceda llegará tu momento de estar en el lugar donde tu alma, tu ser desea estar, los eventos se moverán impactados por tu amor, arrepentimiento, perdón, fe, sí, la fe regresara a ti. San Rafael será tu guía, a él te debes por el momento.Toma el control de tu vida, no permitas que nadie controle tu mente, tu corazón, entregate a los ángeles aunque no los puedas ver.
Ella- tu rostro cambia de facciones, ¿ Qué es esto?
En ese momento un orgasmo recorría todo mi cuerpo, había finalmente logrado que ella entrase en el túnel de sus vidas a través mí, ella se veía clara en milésimas de segundo. Mientras ella se escultaba, su rostro se tornó completamente blanco, los ojos rojizos, no quise escuchar a ese figurín que deseaba ser invocado, lo ignoré completamente y cansado de mi indiferencia se marchó, ella sabía como entretenerme, hacerme permanecer, deseaba con todo el corazón sanar de una vez por todas, desarrollar el autocontrol y gozo que ya su vida adquiría. Lancé mi cuello hacia atrás, subí mis pies en el sostén de la mesa rectangular, los objetos dejaron el vuelo, el figurín lloraba arrepentido, ella fue preparada para trabajar su don,lentamente elevó el rostro, entregaba agradecida una interpretación del episodio pasmado en el tiempo, en unos segundos regalaba la composición perfecta, tocaba mi corazón, protegía la huida; volvía a agradecer la liberación del figurín que estando dentro era blanco pardo, sucio de ojos rojizos; de pronto la vi de facciones armónicas, pequeños blancos dientes, sonrisa encantadora, rostro firme e inocente. Las palabras de la conversación y lo tribial interrumpían lo divino, se empeñaban en bloquear la culminación; temerosas de que nuestro círculo abierto hace siglos cerrara definitivamente ese Feliz viernes, entregamos al viento la experiencia, dispuestas a postergar los encuentros propios del amor sagrado.
Dando la espalda a los árboles, estos, sigilosos se marchaban en la estela de una angelical sonrisa y un abrazo matutino.
El reloj marcaba casi las 4 am era tiempo de regresar al tiempo, al acero del día.
Los días siguientes me olvidé del encuentro entre ella y yo, la razón no daba para filtrar lo hechos y verlos claros, había que ir al mundo de los sueños a contactar con Susana y Patricio y de pasada buscar un guía espiritual para estos casos que a veces le causan terror al corazón.
En la ciudad del mole mixto de dos países, la guerra y el acero, se presentaba un evento de cine, la invitaba a ver una película al estilo Fellini en el Plaza Theater,y después ir por ahí a algún lugar a discutir las frivolidades italianas, todo eso, esperando regresar a la normalidad de la vida, ella no contestó ni dio señales, en cambio Susana entraba como Patricia efectivamente siendo mi prima en esta vida y Patricio resultaba ser Eduardo un matemático ex novio mío. Ellos estaban en un hospital y en señal de arrepentimiento por sus robos del pasado depositaban en mis manos unas tijeras, sí, eran unas filosas tijeras que prometían cortar lo insano de cualquier relación rondando mi estancia. Eduardo salía de una operación muy peligrosa y había visto la muerte de cerca, en sus ojos se notaba el agradecimiento por otra oportunidad de vida, al parecer se había enconmendado a San Juan Pablo II, Patricia acudía a atenderlo como la abnegada esposa que de siglos había sido. Desperté sudando, ya me había despedido de ellos, guardé las tijeras sin usarlas todavía, mi mente enloquecía haciendo conexiones, controlando la historia, al cabo de tres horas el cansancio me venció, debería despertar a las 7am, supliqué por un guía espiritual temporal, cerré los ojos mientras Catrina mi amada amiga llegaba a la escena. Los árboles volvían a la tierra, en su lugar, la gnosis regresaba.

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