Pensamiento nómada
Dice Javier Darío Restrepo, periodista
colombiano, que la situación en México es una situación de excepción que es
toda la sociedad la que tiene que actuar mancomunadamente porque es toda la
sociedad la que está amenazada. Hay que trabajar en equipo'.
La Red de Periodistas de Juárez aclara que no se sienten protegidos por un
estado que los ha descalificado, se sienten agredidos por una circular oficial
donde se señala y nombra a periodistas no convenientes; la práctica de
investigar a los reporteros es añeja, la alianza entre los medios, el gobierno,
es conocida, no estaban acostumbrados el periodismo crítico por obvias razones,
y a los mexicanos/as nos llegaba la información filtrada por la corrupción, el
miedo, y la ignorancia.
Necesitamos que las cosas cambien, la sociedad
tenemos derecho a la información, actualmente las formas de trasmitirla se
encuentran en plena transformación, la muda hacia el mundo virtual, no nos garantizó o
garantiza el cambio, ni democracia, ni pulcritud, si aterrizamos a estos medios
con las mismos trapos e identidades del pasado.
Alfredo Manuel Guisho académico brasileño
dice que se necesita audacia y coraje para deconstruir las percepciones que
tenemos sobre nuestras realidades, tomar esta decisión invita al nomadismo para
remover puntos de vista que permitan
encuentros entre las personas y de estas con el conocimiento; en los que
también se reconocen miradas marcadas por la desigualdad, la diversidad y la
diferencia.
Hace poco le propuse a un
editor-reportero, modificar la forma de
hacer reportaje, propuse involucrar en el desarrollo del escrito al
investigado, al reporteado; le pasé ideas contactos para el desarrollo del
reportaje, pasado el tiempo me dijo “no se puede hacer lo que habías propuesto,
el reportaje sale mañana, lo firmo yo”. No podía creer la falta de ética, lo
que me sucedió fue un vil engaño. Esta breve experiencia activó mi pensamiento
nómada, no reaccionaría con deseos de venganza, ni tolerancia, ni sería víctima como solía
hacerlo en el pasado. Escribiría sobre pensamiento nómada en el periodismo y
otros oficios; ni la vieja escuela periodística, ni la sociedad entera pueden permanecer en la idea del eterno retorno.
En la academia nos hemos cuestionado muy
seriamente sobre las metodologías de investigación, surge la inquietud de
voltear a la metodología indigenista, es decir, hay interés en aprender de
nuestros ancestros, ver cómo observan,
observaban la realidad para luego llegar a conclusiones que beneficien
al colectivo, algo destaca entre los articulistas indígenas o mujeres, cuyos
textos he visto publicados en La Jornada, en Gatopardo; escriben en colectivo,
este ejercicio no se trata de una tarea escolar de grupo, para nada, estamos
hablando de la evolución del pensamiento. La palabra escrita les fue
arrebatada a nuestros indígenas o nunca existió para ellos, es en este tiempo que
ello/as ingresan a las aulas, aprenden y nos enseñan a volver la mirada a la
tierra, la naturaleza, al prójimo y conectarla para ser uno.
Para dar nuestros primeros pasos en la
escritura colectiva propongo despojarnos del nombre e intervenir el tema en
equipo, identificarnos con una causa, indignarnos, luego dialogar, grabar las
pláticas, transcribirlas, y poner en el centro las ideas del caso y sujeto en
cuestión, involucrar a la persona vulnerable y enterarlo en la descodificación
de la opresión de la que es víctima, y en lugar de preñar al investigador de
datos para manejar el tema en la soledad de su cuarto, su teclado; se puede permitir que el investigado forme parte del
desarrollo de las preguntas, esto sucede naturalmente cuando entrevistas a indígenas,
ellos/as terminan dando una lección de vida, tienen paciencia e intentan comprender nuestro mundo fragmentado
occidental, en el caso de los rarámuris, ellos/as concluyen riendo pero no de
burla, de agrado porque saben que están aquí para recordarnos quienes somos. He
visto que la investigación participativa sucede con periodistas sentipensantes a quienes su humanismo
durante la investigación en casos graves de violaciones de los derechos humanos
las llevó a integrarse a asociaciones
civiles, al activismo.
El proceso de desarrollo de la voz que se
representa a sí misma, lo he llevado a cabo infinidad de veces en el aula, con
estudiantes jóvenes, con víctimas de la violencia en Ciudad Juárez, con mujeres
amigas y hasta con las que se autonombran enemigas. He tenido que cambiar mi forma
de pensar en varias ocasiones, y cuando debo voltear la mirada hacia las posibles interpretaciones mórbidas, oscuras, negativas sobre mis intenciones, es ahí
donde conozco los errores, accedo a transformar hábitos, a pensar distinto para
no encasillarme en la misma identidad, en la misma historia.
El pensamiento nómada no va iniciar desde
arriba, las elites están muy bien acomodadas donde están, tienen riquezas y
mundos que manipular, está en nosotras la independencia, está en nosotras reconocer la interdependencia, la
mudanza, aprovechemos la crisis para organizarnos en cooperativas periodísticas,
educativas, feministas, seamos el rizoma de la información y no el hazme reír de los delincuentes que se
encuentran en todas partes. Terminemos
con la broma macabra de la cual fue víctima
el periodista sinaloense Javier Valdez Cárdenas.
A mis amigos/as periodistas, les recuerdo los principios
básicos de ética, acordar movernos en escenarios de confianza, urge trabajar en
equipo, lo dice claro el periodista Javier Darío Restrepo "En las
redacciones cada uno se siente propietario de un tema o una fuente y no permite
que nadie se meta. Tiene que acabarse eso". No solo en las redacciones las
personas se sienten dueñas de temas, hace algunos meses escuché a una poeta
juarense decir " el tema de tal persona asesinada lo manejo yo". La actitud de sentirse dueño de un tema es
patriarcal, pertenece al mundo de los hombres, la competencia, es una cosa
occidental que ve el mundo en partes temeroso de mudarse a otro lugar porque al
hacerlo va a encontrar cosas que no le gustan e implica esfuerzo, pensar
diferente. Si bien el pensamiento sedentario toma su tiempo, inteligencia y
organización, no opera con el palpitar de la naturaleza de la tierra y el
hombre, no nos permite movilizar la realidad armónicamente. Sé que desarrollar un tema acapara horas, semanas, años de la atención del
investigador, hay que aprender a compartirlo
durante el proceso hasta enriquecerlo y llegar a mejores conclusiones, que
importa si terminan dos o tres cabezas escribiendo un solo reportaje. Para
llevar a cabo el pensamiento nómada no es necesario cambiar de lugar, ni de casa, ni de ciudad, es desde
nuestro espacio que la percepción de la realidad adquirirá diferentes matices,
si así lo permitimos. Hago un llamado a reflexionar y entablar el diálogo con las
partes involucradas en el hacer, a no otorgarle poder a las
empresas donde laboran, a formar cooperativas donde finalmente todos/as salgan
ganando. A no ceder el poder al estado mientras continúe defraudándonos, poner
a los funcionarios públicos en el lugar que les corresponde, servir para las
personas que los eligieron en la urnas.
Los invito a
formar redes vigilantes y activas, lejos de las prácticas que tanto nos
molestan. Propongo aprender a trabajar en equipo, hacer buen uso de la cuota de
poder que otorga la palabra.