Gato negro

Cruzó apurado, antes lo nombré en varias ocasiones solo para burlarme de una tipa supersticiosa que cree que los gatos negros son de mala suerte. ¡Pobres gatos!
Conduje al auto en dirección a El Paso, antes de llegar a la joroba, el gato, movió su larga cola como de rayo. Congelé el pensamiento, ni buena ni mala señal.
Al llegar a casa, saqué a mi perrita a pasear, se soltó de la cuerda, corrió apresurada, buscaba gatos. Un joven negro la seguía -Aura, Aura, regresa-. -Gracias-. Le respondí. -Good luck to you-. Se fue, cruzó apresurado rumbo al Double Tree. FIN

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