Refugio Hace semanas cuando cerraste los ojos, llorabas, despertaste a media noche; querías gritar pero el llanto te ganó. Te dolía el cuerpo. No temas, bueno sí, teme. Finalmente permitiste que el dolor llegara a tu vida, ahora es cuando empiezas a saber de ti. Estabas sedada, de enojo, de heridas pasadas, si atinaste a ver lo que no era, si envolviste la cola entre la ilusión, llegó la hora de ser realista, ver la cosas y sus colores. El mar impetuoso mecía los abacedarios viejos, lloraste, mientras tu madre ya estaba del otro lado, danzando, preguntaste su nombre, te pareció extraño verla ataviada con zapatos gruesos, negros. Dijo llamarse Refugio, saltabas a tierra, montaña alegre, florida te espera. Fue que mi madre falleció que yo fui con los budistas, fue por ella, por eso, por no se, el dolor, ay no, han pasado tres meses y apenas si puedo escribir, he pasado horas viendo a la pared, horas, el dolor empezaba como un piquetito en el corazon, luego se extendia por el pecho, el ...