Mis diarios/ponga el acento mientras lee. Por favor
Arrivó mi tarima de Ciudad Juárez, por paquetería Estrella Blanca, es mas barato enviar donde caben hasta 13 cajas medianas, comparto esta información, por si algún día se les ofrece mudarse dentro de México.
El asunto es que, el nudo patriarcal acá, por estos rumbos donde ahora vagabunda yo, lo traigo mas atorado que nunca.
Desempáquese, no me di tiempo de percibir el aroma; he perdido mucho tiempo no siendo yo. Me apure a acomodar los libros, ahí estuvieron mis diarios, compilación de sueños y pensamientos que datan del 2005. Portadas de cuadernos que describen mi pasado. Notas que me dan la pista a soltar las amarras
Me había prometido dejar de leer y escribir, tomar un largo descanso de la literatura y la academia. Ahí puro dolor, competencia, y guerra; muy poca o nula recompensa. Durante el 2020, la toma de mi psique y el arrebato de la voz en las redes sociales desencadenó un ciberacoso moral hacia mi Del cual, sigo sin pronunciarme a cuenta cabal, ya lo hare, no tengo prisa. Si algo aprendí durante estos largos meses de reposo literario fue a cuidar mi memoria para llegar a mi recuerdo desde adentro.
Para mi privilegio y sorpresa, mi hermana mayor, quien continuó el trabajo del árbol genealógico que empezó mi madre, ha rastreado 500 años de historia familiar; ¿que tan desde adentro regresó a mi?
Llevaba casi tres años sin leer de corrido mis libros y artículos académicos. Me hice adicta a las redes sociales, a leerlas, a verlas, a disfrutar de mis miradas en la virtualidad. Y a aplaudir y compartir la dicha y los logros de otras.
Vi trafico de ideas, conceptos, y sobre todo ganas de hacerse de un lugar o identidad dentro de la virtualidad.
Para eso, varias eligieron meter el pie a otras, chamuscándolas, las mujeres estábamos hablado, finalmente publicábamos lo que pensamos. Al funeo lo suavizó la inteligencia artificial, no sin antes darle rienda suelta a la voz que durante siglos había estado oprimida.
Eso sucedió en la virtualidad solamente. La realidad de los cuerpos y los sistemas es otra, la verdad del sentido binario de las cosas, sigue, sigue como el peor de los infiernos.
Aquel mundo virtual donde no participe activamente, ese relato de inteligencia artifical, me devoró, me difuminé; supe combinar mi adicción al chisme virtual con mi trabajo de maestra de secundaria, ahí el mundo físico.
Gracias a mi trabajo, ahorre lo suficiente para adquirir un Loft, lo mas lejos posible de la frontera de Ciudad Juárez El Paso y la mas cerca de mi ciudad natal, Monclova.
Mi cuerpo no se enteró de la distancia; y por mas terapias, ejercicios y cuidados médicos, la nostalgia y el puchero en el rostro, al extrañar mi frontera, no se separó.
Al abrir mis diarios e internar acomodarlos, toqueteé con la yema de los dedos mi escritura, mi letra, mis pensamientos de mujer ¡No hay tal pasado! La espiral del entusiasmo literario sigue viva en mi. Ayer retome mis lecturas, noto que mis libros tienen rayones, apuntes al margen, resaltan pasajes con el color amarillo, azul, rosa. Vi que otros libros tienen un separador a mitad.
Regresó a mis libros, muy pocos sobrevivieron a mi exilio patriarcal, luego mi retorno a la ciudad que ahora, se llama Monterreina. Asi es, despues del exilio patriarcal, le sigue regresar a otro planteamiento de ser humana y libre de mis traumas consecuencia de la pobreza, y la pedagogia de la violencia en Mexico y Estados Unidos.
Decia que varios libros no sobrevivieron el embate de la transformacion. No importa que varios libros hayan muerto, ahora existen libros digitales y gratis; ahí la compilación de las feministas mexicanas, libros que nos pasamos desde la periferia de todas nuestras rabias. Regreso a abrir las aplicaciones, los audiolibros y cuanta lectura deliciosa que ahí espera paciente mi mirada Monterreina.
How to Suppress Women’s Writing de Joanna Russ, me da el “welcome back, Hilda”. Luego Hildegrards, y....
Dice Irene Vallejo que cuando la escritura empezo a expandirse, Platon temia que abandoraran el esfuerzo de la propia reflexion, “es olvido lo que produciran las letras, en quienes la aprendan, al descuidar la memoria”. El olvido lo que produce la adiccion al autoretrato y a las redes sociales? No, al contrario, es espacio que comprime los retratos, los relatos; ¿es desde afuera? No, si estamos metidas ahi y aquello que observamos provoca reacciones, reflexiones, pensamientos. ?Cual es la diferencia entre ser observadora o ser observada? No hay tal separacion. Al compartir informacion propia, nos ponemos a merced de las percepciones que son infinitas, variadas. Y lo que regresa a nuestra mirada en las opiniones de otras, afecta nuestra identidad presente y no deberia alterar el alma, MI ALMA KOSMICA (PONGA ACENTO EN LA O) y corrija lo que le de la gana de este texto pero no me interprete desde sus miserias, es todo lo que le pido, querida lector@.
Las portadas de veinte anios de diarios interrumpidos por mi condicion humana, los comparto aquí: