Cierto
Han pasado 13 años desde que mi ex novio me obligó a abortar a las cinco semanas de gestación. Han pasado 7 años desde que me responsabilicé de mi acto. Cierto. Fui víctima del destructor de sueños, el delincuente que prefirió un auto nuevo a tener un bebé. ¿En qué cabeza cabe? Decía mi mamá. Cabe en el cerebro del depredador que piensa que la vida le pertenece, pero no, no, en cuanto gestamos no siento que esa nueva vida sea propia, la llevas compasivamente en el vientre, y es precisamente eso, el amor de madre, la compasión, una de las lecciones de vida a aprender. Cierto, el mundo está sobre poblado. Cierto, soy dueña de mi cuerpo y solo yo sé a quién admito ahí.
Dicen que pasar el límite es la locura, cierto, crucé mi límite cuando vi salir el producto de apenas cinco semanas. Fue en dos ocasiones, la segunda vez, el límite fue el cielo. Desarrollé el amor "raro" el universal, amaba todo a mi paso, entregaba mi posibilidad, dones y visiones en medio de la guerra en Ciudad Juárez. No, es que comparado al sufrimiento de las madres de las desaparecidas a mí no me pasaba nada. Cierto. Pero era mi dolor y lo peor es que no sabía que me dolía, sufrí bien cabrón sin embargo escribía necia, quise permanecer, congelar la vida para descongelarla en otra dimensión. Chejov, escritor ruso, dice que una no puede salir madreado de escribir, vas a la escritura porque estás golpeado, CIERTO, la literatura fue mi refugio, agridulce refugio. Se puede palpar en mis productos literarios, están abiertos, sin fin, se siguen escribiendo y no me dejaban en paz hasta que atendí a esas criaturas de 12 y 13 años, soy maestra de secundaria, imparto clase de Literatura, día a día vivo la ternura al tratar a los humanos con sus defectos y virtudes, con su potencial a formar propuestas compasivas en cada una de las disciplinas del conocimiento, ¿siento culpa? No, ya no, ya pasó. Regresé de la locura. Estoy en paz. Sin venenos e ilusos ni ilusiones. Lista continúo en el mundo de los libros sin abortos.
Ambos géneros:
Si necesitas ayuda, orientación, en este asunto o cualquier otro, no dudes en contactarme.
Mi correo es yanethsotelo@hotmail.com
Dicen que pasar el límite es la locura, cierto, crucé mi límite cuando vi salir el producto de apenas cinco semanas. Fue en dos ocasiones, la segunda vez, el límite fue el cielo. Desarrollé el amor "raro" el universal, amaba todo a mi paso, entregaba mi posibilidad, dones y visiones en medio de la guerra en Ciudad Juárez. No, es que comparado al sufrimiento de las madres de las desaparecidas a mí no me pasaba nada. Cierto. Pero era mi dolor y lo peor es que no sabía que me dolía, sufrí bien cabrón sin embargo escribía necia, quise permanecer, congelar la vida para descongelarla en otra dimensión. Chejov, escritor ruso, dice que una no puede salir madreado de escribir, vas a la escritura porque estás golpeado, CIERTO, la literatura fue mi refugio, agridulce refugio. Se puede palpar en mis productos literarios, están abiertos, sin fin, se siguen escribiendo y no me dejaban en paz hasta que atendí a esas criaturas de 12 y 13 años, soy maestra de secundaria, imparto clase de Literatura, día a día vivo la ternura al tratar a los humanos con sus defectos y virtudes, con su potencial a formar propuestas compasivas en cada una de las disciplinas del conocimiento, ¿siento culpa? No, ya no, ya pasó. Regresé de la locura. Estoy en paz. Sin venenos e ilusos ni ilusiones. Lista continúo en el mundo de los libros sin abortos.
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