!Ay Dolores !

Lola:
Hace dos noches mentiste, aseguraste que nos besamos hace tiempo pero yo no recuerdo el momento cuando se cumplió mi deseo de besarte algún día.
Estábamos en una reunión, una cena que adornaste con veladoras rojas, mantel negro, frijoles y arroz. Horas antes anhelaba comer frijoles; ¿sabes? cuando era niña y la enfermedad me atacaba, mi cabeza solo pensaba en frijoles; muy en el fondo sabía que mi casa no tendría medicina, entonces, forcé a la bacteria a morir con el contacto sagrado del maíz y el frijol. Si vieras tú que los bichos me obedecieron, rara vez mi cuerpo se enferma y hace dos tardes extrañaba el jugo flotante de hierro; cumpliste el deseo, tal parecía que nuestras almas estuvieran en constante comunicación. Llegué a la convocatoria del Cuadro, gritaste mi nombre al verme, Hilda, me entonaste. Gracias. Luego platicamos brevemente mientras te ajustabas los lentes, yo había olvidado los míos, entonces, entonces, no pude ver bien cuando planeabas meticulosamente las respuestas, las inducías al sentido mareado, a los miedos. Fraguaste la narrativa perfecta y dentro de tu magia al oído izquierdo chillaste el hechizo -todavía recuerdo cuando nos besamos, hace mucho, nuestros besos en la boca- dijiste. Acto seguido sentí caer, desdibujase mi sonrisa del rostro y al instante mi interlocutor retiraba la veladora roja, - después de unas copas de vino, te faltó decir- agregué. -Ah, sí, lo había olvidado-. Atenuaste caminando rumbo a la cocina. Decidí seguirte a cuadro, o los cuadros que forman las mentes decadentes. Cómo me hubiera gustado que tu comentario se sostuviera en el pasado real, haberte conocido hace años y saber de ti entre las pelvis permisibles. Los testigos de tu comentario fueron reales, BITCH, mi novio y un buen amigo.  Ellos fingieron no escuchar porque reposábamos en otro tono,  tono  al cual momentos luego decidiste entrar al decir, -con el amor todo se arregla, el amor todo lo puede-. Te burlabas pero no importa, aquí estoy escribiéndole al beso cósmico que me sigue a todas partes y de pasada a nuestras almas.
Hasta pronto, Lola.

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